Impresoras, el inicio de la rebelión
Existe una seria preocupación respecto a los riesgos que representa la inteligencia artificial para los seres humanos, pero lo que muchas personas parecen no darse cuenta es que la rebelión de las máquinas empezó hace mucho tiempo.
Si has visto películas como “Terminator” o series como “Westworld” seguramente te has preguntado si es posible que en un futuro no muy lejano las máquinas inteligentes pudiesen revelarse contra nosotros sus creadores y buscar nuestra aniquilación.
Lo cierto es que no podemos hablar de esa rebelión como un tema a futuro, ni tampoco creer que las máquinas tienen que ser más inteligentes que nosotros para rebelarse. Esta rebelión nació hace ya muchos años con la invención de las impresoras, que son quizás el aparato más malcriado que hemos creado.
Las impresoras son aparatos con un comportamiento muy curioso, cuando están recién compradas se portan de maravilla y nos hacen confiar en ellas, pero de forma impredecible llega un momento en que deciden hacer lo que le da la gana y no se puede hacer nada en contra de su arbitraria voluntad.
Una de las cosas más curiosas de este comportamiento es que la máquina sabe identificar cuando un técnico está tratando de revisar que está fallando, momento en el cual la impresora decide comportarse como se portaba recién comprada, no es sino hasta que se va el técnico que decide esta maquinita terca volver a portarse mal.
Si bien no entendemos este comportamiento tan arbitrario, la siguiente caricatura muestra una regla fundamental, mientras más urgente sea el documento a imprimir y menor sea el plazo para imprimirlo, la necedad de la impresora parece ir en aumento.
Si hay algo valioso que nos han enseñado estas pequeñas máquinitas testarudas es que la intención de las máquinas no es acabar con la raza humana ni esclavizarla. Su principal intención es jodernos la paciencia.