Fórmula 1, ¿deporte o tortura?
En los últimos años se han invertido millones de dólares en uno de los métodos de tortura más sofisticados ideados por la humanidad y nadie parece querer hablar de eso, así que le daré voz a todos los que hemos sido víctimas de la Fórmula 1.
Hace muchos años un grupo de genios malvados se reunió con un objetivo común: “¿Cómo podemos torturar a las familias sin que nadie se dé cuenta que los estamos torturando?”.
Producto de esta reunión surgió una idea muy malévola, idearon unos vehículos que emulan el sonido de un mosquito revoloteando cerca de tu oído e incrementaron la intensidad de ese sonido por mil.
Pusieron a competir a 20 de estos vehículos y los papás se volvieron adictos a verlos dar vueltas durante 2 horas. En un exceso de maldad, las transmisiones empezaron a hacerse bien temprano los domingos, destruyendo así el plácido descanso de miles de hijos y esposas.
Un deporte que hace un ruido tan molesto bien temprano en la mañana, ¿Puede realmente ser considerado deporte?, no lo sé, pero cuando algo interrumpe mi descanso un domingo en la mañana escribo teorías conspirativas en su contra (ándense con ojo aspiradoras, o ustedes serán las próximas).